jueves, 12 de mayo de 2011

No al proyecto HidroAysén



Conocí la Patagonia hace un año ya.
Es esa clase de lugar en donde llegas y realmente te das cuenta que tienes un pedazo de paraíso cerca, idílico que ni los mejores efectos técnicos de alguna película de Hollywood podrían semejar.
Si, está, literalmente, al fin del mundo y muchos creen que lo que no se ve no se siente (como los terrenos del presidente llegan hasta Chiloé no más)creerán que es más fácil hacer de las suyas por allá. Pero olvidan que hay gente que vive allá, no obligada y más aún, persiste allá pese al frío y los elevados precios, ¿por qué será?
Porque, Dios mio, vale la pena rodearse de ese paisaje que aún no ha caído en las manos del hombre.
¿Cómo duermen en las noches aquellas personas que mienten y sacan excusas de todas partes para decir que hay más beneficios en proyectos crueles como esos?
Si, puede ser que ni siquiera sea el 1% de la región, pero lo invito a ir y dígame: ¿no sería una gran pérdida destruirlo?
Cuando las medidas de ahorro de energía y la utilización de recurso no son rentables, la misma gente sin ideas se mantiene en su puestos de poder, las soluciones escasean y en esos casos obvio que es entendible llevar a cabo estupideces como estas, pero habemos más gente que si nos damos cuenta, y no somos minoría, sólo nos falta poder, no obstante, no nos daremos vencidos...

Entonces, ¿cómo regalar el paraíso tan fácil?

jueves, 11 de noviembre de 2010

sobre-vivir

Cuando te das cuenta que en un periodo de tu vida pensaste que las cosas marchaban bien, que realmente todo comenzaba a brillar y las necesidades parecían satisfechas, no es cierto, se acabará.
Cuando piensas que la vida ya ha probado tu fortaleza una y otra vez, por lo que crees que esta vez te tocará ser feliz, no es cierto, volverá a pasar.
Cuando sientes que "esto es": esto es lo peor que puedo sentirme, es la peor humillación que jamás podrías volver a sentirte tan hundida y que esa sensación en el pecho que oprime, no te deja respirar que no pasa con nada, no es cierto, no será la única vez.
¿En qué minuto dejas de buscar y comienzas a conformarte?
¿Cuándo te enfrentas a que nunca será tan bueno?

domingo, 7 de noviembre de 2010

Comenzando (otra vez)


Mientras lloraba ayer, mi papá me dijo: es una guerra, si cedes ahora, te pesará el resto de tu vida.
Sé que mi decisión fue la correcta y que por seguir mi corazón, una vez más, estoy demostrando que me amo, no de una manera patológica sino realmente sana.
Hace unos años atrás, varios ya, decidí que lucharía porque mi vida, dentro de las oportunidades, sería lo mejor posible y con esto me refiero que cada decisión y acto lo haría para forjar mi futuro.
Decidí que cuando amara me entregaría por completo y que no me arrepentiría por lo que no hice. Me prometí que cuando abundara esa sensación de debo hacerlo lo haría, que aunque muchas veces todo pareciera confuso y que el destino es sólo una burla, no me desesperaría. Esperaría.
No es una lluvia de ideas, lo hilaré.
Cuando ves que se acerca el final de una etapa, en mi caso: mi carrera; comienza, inevitablemente, la incertidumbre de que vendrá y aunque no se pueda manejar ni predecir, nos gustaría que ciertas cosas se mantuvieran presentes e inmutables, con la intención de sentirlas intransables en la vida. No es así. Todo cambia, pero aunque la consecuencia sea negativa o positiva, lo único que puede consolarte es lo que hiciste durante cada acto ¿te esforzarte?¿fuiste realmente tú? las respuestas o las incertidumbres que nacen frente a estas es lo que verdaderamente queda.
Por lo que las decisiones que tomes para hoy y que quieras vivir con sus consecuencias mañana, harán de ti alguien que podrá vivir consigo misma.